TEMA No. 6
VALORACIÓN DE LA
INFLUENCIA DE LA SOCIEDAD DE LA INFORMACIÓN Y EL PROCESAMIENTO AUTOMÁTICO DE
LOS DATOS
Indicadores de logro:
Manifiesta
dominio escénico al exponer ante un público.
Se esfuerza por aplicar recursos orales para hacerse
comprender por los demás.
La ciencia y la tecnología evolucionan a pasos agigantados.
La revolución científico-tecnológica de las últimas décadas significo una
espectacular transformación de las ideas básicas de la denominada "ciencia
convencional".
Si el Siglo XVIII dio lugar a la "primera revolución
industrial", producto de la Cibernética que culminó cuando en el año 1944
Howard Aiken creo el primer ordenador electrónico. Dicho invento modificó
sustancialmente el tratamiento de toda la información de datos, lo que sin duda
ha provocado una verdadera eclosión científica que viene dando indudables
frutos a toda la humanidad.
La Electrónica, la Informática y las Telecomunicaciones no
son nuevas tecnologías: se han ido desarrollando progresivamente en el último
siglo y medio. El telégrafo tiene 150 años, el teléfono y la informática más de
cien, la televisión y los circuitos integrados unos cincuenta. En este tiempo,
la Electrónica ha conseguido enormes capacidades de cálculo, de proceso y de
almacenamiento de datos, y poniéndolas en el mercado a precios reducidos; la
Informática permite ofrecer programas eficaces para aplicaciones personales,
administrativas e industriales, y técnicas eficientes de codificación y
compresión de datos; y las Telecomunicaciones llegan a todas partes y permiten
la transmisión de ingentes cantidades de información, gracias a la extensión de
las redes por cable y por ondas. La influencia de todas ellas en la actividad
social resulta evidente.
Tras ese período de desarrollo paralelo, en este último
lustro han llegado a un punto de convergencia en el cual, por primera vez, las
tres tecnologías pueden se utilizan en coordinación, de tal forma que los
límites entre una y otra empiezan a resultar difusos: televisión por cable,
teléfono por ordenador, teletexto, internet. La clave de esta sinergia está en
la digitalización de las telecomunicaciones, que permite su tratamiento
informático.
Los resultados son espectaculares, porque hoy día es posible
capturar, almacenar, procesar y transmitir información con muy pocas
limitaciones en cuanto a volumen, tipo, velocidad, distancia y coste.
Compárese, por ejemplo, el intervalo de un mes necesario hace cien años para
enviar un mensaje de Europa a América, con los pocos segundos que bastan hoy
empleando correo electrónico o fax.
Las estructuras sociales construidas sobre sistemas limitados
de comunicación se vuelven inadecuadas.
Las nuevas facilidades para el tratamiento y la transmisión
de información inciden de lleno en los aspectos sociales relacionados con la
comunicación en su misma esencia. El cambio social derivado de su uso
generalizado será, en parte, el mismo que el de cualquier otra mejora
tecnológica de importancia, al igual que la Revolución Industrial ha originado
en los últimos doscientos años modificaciones en las estructuras productivas
primero, y de convivencia a continuación. Pero no va a ser únicamente una
adaptación de las estructuras de organización social, sino que, por las
peculiaridades de las Tecnologías de la Información, el fundamento mismo de
esas estructuras es el objeto del cambio.
Las distintas culturas tendrán necesariamente que adaptarse a
estas nuevas circunstancias, en las que desaparecen, o al menos se suavizan,
las restricciones a la comunicación, se convierten en superfluos muchos medios
destinados a sobrepasarlas, y se dificulta la continuidad de las estructuras
basadas en la insuficiente comunicación.
Conceptualmente, el cambio consiste en que, en las diversas
relaciones interpersonales, se pasa de la lentitud a la rapidez, de la
proximidad a la distancia, en definitiva de la escasez a la abundancia de
información. Fijando la atención en las características de la comunicación que
soporta las distintas estructuras sociales se pueden identificar los aspectos
susceptibles de variar en consecuencia.
Un ejemplo: los grupos
sociales.
La sociedad está conformada por grupos interconectados y
superpuestos, que se caracterizan por unos valores o intereses compartidos,
unas normas de interacción, y una identidad o conciencia particular de grupo.
Sea cual sea su tamaño y su complejidad, se establecen circuitos de
información, estratificación de los componentes, símbolos, sanciones que
regulan la conformidad a las normas y un largo etcétera, que permiten que el
grupo esté organizado y delimitado.
En general, los grupos tienen un ámbito geográfico
determinado, debido a la necesidad de proximidad física para mantener la
relación entre sus miembros. En todo caso, la comunicación es necesaria para
transmitir los intereses y las decisiones, mantener la identidad como grupo y
realizar una acción conjunta. Un ejército es inconcebible sin un mecanismo de
transmisión de órdenes y partes; en las reuniones del veinticinco aniversario
de promoción del colegio de ningún modo puede considerarse que de nuevo existe
un grupo, en el sentido sociológico indicado; una asociación de amigos de la
música necesita organizar una audición de vez en cuando y mantener a sus
miembros informados.
Supongamos ahora que, gracias a las nuevas formas de
comunicación, caen todas las barreras que la dificultan. La primera
consecuencia será un flujo más ágil de información entre los miembros, con la
posibilidad de una relación más estrecha y continuada, mejor coordinación en
las acciones y el refuerzo de los valores compartidos, pero permitiendo también
soslayar el cauce jerárquico de información y decisión, debilitando la
estabilidad de las normas. La presencia física se hará en muchos casos
innecesaria, haciendo desaparecer los límites geográficos, lo que, salvo para
grupos institucionalizados como la familia, ampliaría el ámbito de posibles
miembros: personas con intereses comunes podrán entrar en contacto fácilmente;
una empresa podrá contratar personal para ciertas tareas en cualquier parte del
mundo.
En resumen, salvo ciertos grupos primarios que requieren un
contacto personal directo, la organización de los grupos sociales se verá
sustancialmente alterada, consiguiendo una mejor comunicación entre sus
miembros, y viendo difuminados sus límites y diluida su identidad.
Se pueden estudiar o prever los cambios en la sociedad,
consecuencia de las Tecnologías de la Información, analizando las distintas
estructuras y funciones desde el punto de vista del flujo de información.
Otro ejemplo: la
socialización.
La socialización es el proceso de adquirir los conocimientos,
normas y valores compartidos que constituyen la identidad cultural de una
colectividad. Se aprende de los grupos en los que se nace y de aquellos con los
que se vive. Dado que es básicamente recibir información, va a resultar
especialmente modificado por el empleo de las Tecnologías de la Información.
Los agentes socializadores son principalmente la familia y
los centros educativos, en muchos casos también las iglesias, junto con otros
agentes que no tienen entre sus objetivos específicos la socialización, como
los grupos de edad, los movimientos juveniles y sociales, las empresas, los
grupos políticos y organizaciones sindicales, y los medios de comunicación.
Las funciones esenciales son seleccionar y transmitir la
información y asegurar que se asimila. Centrando el análisis en los agentes
explícitamente socializadores, se emplean el ejemplo, la repetición, las
manifestaciones de aprobación o desaprobación, la imposición mediante
recompensas o castigos y, desde las etapas escolares, la explicación y la
evaluación formales.
Se pueden considerar consecuencia de las limitaciones a la
comunicación: la necesidad de presencia física –de nuevo–; las escuelas como
estructura social creada expresamente para la educación, con sus requerimientos
de personal adecuado, aulas y la necesidad de reunir la información a
suministrar, en forma de textos y planes de estudio. Otra consecuencia es la
posibilidad de transmitir un modelo cultural único, el del entorno próximo, que
se considera consistente aunque admita cierta variabilidad.
Si las restricciones desaparecen, incidirá en el sujeto una
enorme cantidad de información, tanto conocimientos como normas y valores, a la
par que nuevos símbolos para expresarlos. El ejemplo, como procedimiento de
aprendizaje, se convertirá en un recurso dudoso, porque se recibirán patrones
de conducta pertenecientes a otras formas culturales; tal vez se articularán
nuevos sistemas para controlar la información externa. En cuanto a la
enseñanza, por su parte, su función pasará de reunir la información –escasa y difícil
de obtener– a escoger la información útil entresacándola de la existente en
abundancia; del énfasis en el contenido al énfasis en el método; con la
posibilidad de prescindir de la presencia física, las aulas serán menos
necesarias, completando el empleo de medios de comunicación unidireccionales
–textos, radio, televisión– con otros interactivos; y será imprescindible
emplear nuevos métodos de evaluación del progreso.
Un análisis breve: las
barreras lingüísticas.
El lenguaje es la forma de comunicación humana por
excelencia. Y a su vez, la existencia de diferentes lenguas es el mayor
obstáculo a la comunicación entre los colectivos que las hablan. "Los 380
millones de habitantes de la Unión Europea hablan más de 45 lenguas nacionales
y regionales y variantes regionales importantes" (MLIS 97).
Esta diversidad de lenguas dificulta la movilidad geográfica,
tanto temporal como permanente, por los impedimentos que supone para la
relación en todos sus aspectos, a pesar de que el aprendizaje de otros idiomas
–pero ¡cómo dominar los 45!–, el recurso a los intérpretes y la adopción del
inglés como lengua internacional de trabajo los palian ligeramente; y propicia
el aislamiento, contribuyendo de manera considerable a mantener las diferencias
culturales. Si cayeran las barreras lingüísticas, tendría lugar un efecto
seguro, aunque difícil de predecir, sobre las distintas culturas.
Las Tecnologías de la Información pueden hacer desaparecer
esas barreras mediante los sistemas de traducción automática. La situación
actual de estos sistemas es prometedora, y su desarrollo informático podría
alcanzar una efectividad razonable en pocos años ayudados por la mayor
capacidad de proceso de los ordenadores. En una obra de ciencia-ficción con
toques de humor, el autor presenta el pez-babel, un pececillo que se introduce
en el oído y hace que quien lo lleva oiga cualquier frase en su propio idioma.
Este babel-fish se ha convertido en un lugar común y un símbolo para los que
trabajan en la traducción automática.
Un resumen general
Las Tecnologías de la Información van a afectar a muchos
elementos sociales. La organización social exige un intercambio de información
entre sus miembros: los nuevos sistemas de intercambiar la información
requerirán una acomodación para alcanzar un nuevo equilibrio. La localización
común de los equipos de trabajo se debe en muchos casos a la necesidad de estar
en contacto físico: al poder sustituir esa forma de contacto, se harán menos
necesarios los desplazamientos, y la estructura actual de las ciudades será
inadecuada. La intimidad se basa en la escasez de información: ya se advierten
medidas contra los peligros de la correlación automática de datos personales.
En cada cultura se comparten distintos valores: la comunicación intensiva con
otras culturas plantea la incorporación de valores nuevos y su reordenación.
Las nuevas formas de comunicación menguarán el valor de muchos de los símbolos
de pertenencia, jerarquía e identidad, y serán necesarios otros nuevos. Algunos
roles, como el de ama de casa, que llevan consigo limitaciones en la relación,
verán ampliados esos límites permitiendo la coexistencia con otras actividades.
El poder permite controlar las acciones de otros, pero la libre información por
todo el mundo lo debilitará en su forma actual y se establecerán nuevas
prácticas. Una mejor educación y acceso a los conocimientos facilitará la
movilidad social. La división entre propiedad y capacidad de decisión se
acentuará en unos sentidos y se reducirá en otros. Las actividades militares,
que ya pasaron de basarse en la capacidad personal para hacerlo en la capacidad
industrial, se centran ahora en la mejor comunicación. Por otra parte, estas
tecnologías tienen un efecto notable sobre otro de los pilares de la estructura
social que es la economía, multiplicando la eficiencia de los procesos
productivos, mejorando los servicios, y convirtiéndose ellas mismas en un
conjunto floreciente de industrias con identidad propia, dando lugar a nuevas
profesiones y absorbiendo un gran volumen de empleo proveniente de otros
sectores.
De esta forma, las Tecnologías de la Información van a
provocar cambios en el proceso de socialización, en la estructura de los grupos
sociales, en la intimidad, en el objetivo de la enseñanza, en la concentración
urbana, en los valores y los símbolos compartidos, en los roles, en el poder,
en la propiedad, en la movilidad social, en la burocracia, en la guerra, en la
economía, en el trabajo, resumiendo: en prácticamente todos los ámbitos
sociales.
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